Conocerse es un camino que dura toda la vida

Dejarse llevar, fluir, no es contrario a aprender a gestionar las emociones, al contrario, van estrechamente ligados.

A veces nos puede embarcar una tristeza y quizá no reconocemos de dónde viene, ¿qué hemos perdido? A veces podemos sentir una rabia que se nos instala en el cuerpo y no nos abandona creando rencores y desgastando nuestra energía. A veces el miedo a situaciones desconocidas nos bloquea, sintiéndonos incapaces de afrontarlas, sintiéndonos en un callejón sin sentido, motivándonos a auto-convencernos de que «yo soy así»…

Es importante saber reconocer qué estamos sintiendo y por qué lo sentimos, sin juzgarlo ni reprimirlo. Reprimir, es como tapar con un plástico los poros de la piel que necesitan respirar. Juzgar, es apuntarnos con el dedo recriminatorio castigándonos por sentir cuando, realmente, si estamos sintiendo una emoción, es indicio de algo; hay que aprender a escuchar.

Las emociones son señales que si estamos atentos a ellas, nos pueden ayudar a dirigir mejor nuestras vidas y a superar vicisitudes o cambios que de otra forma nos sobrepasarían. Es aprender nuestro propio lenguaje para poder anticiparnos.

El próximo Taller de Inteligencia Emocional I, de iniciación, lo impartimos del 7 al 9 de marzo de 2014. Más información en (pincha en la imagen de abajo para ampliar información, puede tardar unos minutos):

Portada - Folleto del Taller de Inteligencia Emocional I

Pincha en la imagen para ver el Folleto del Taller de Inteligencia Emocional I